El periódico estadunidense The Washington Post reveló que el
magnate Donald Trump logró acrecentar su imperio inmobiliario a través
de grandes contribuciones a campañas políticas y haciendo negocios con
empresas de construcción y sindicatos operados por la mafia.
Trump,
de 69 años, uno de los precandidatos del Partido Republicano a la
Presidencia de Estados Unidos, dirigió en una de las industrias de
construcción más corruptas del país para acrecentar su fortuna, señaló
el diario.
De las empresas que reporta The Washington Post
son controladas por mafiosos que tuvieron negocios con Trump figuran
S&A Concrete, que proveyó materiales de construcción para la Plaza
Trump, un hotel y casino en Atlantic City, Nueva Jersey.
Los dueños de S&A Concrete eran Anthony Fat Tony Salerno,
jefe de la familia criminal Genovesa y Paul Castellano, jefe de la
familia Gambino. Salerno fue detenido por autoridades de EU acusado de
pandillerismo, pero su abogado es identificado como amigo de Trump.
De
acuerdo con el reporte, entre los años 70 y 80, los mafiosos vinculados
a Trump controlaban el “Club del Cemento”, un cártel de contratistas
que arreglaban contratos, torpedeaban la competencia y controlaban los
sindicatos de trabajadores cementeros.
Pese a que especialistas
consideran que la colaboración de Trump no fue ilegal, los actos no
fueron dignos de ejemplo, pues la corrupción que formaba parte de ese
sistema de construcción, era “enferma”.
Otro presunto vínculo del
precandidato del Partido Republicano con la mafia se encuentra en los
negocios que operan en esa ciudad, donde el propio Trump reconoció ante
el FBI que estaba al tanto de la mano de la “cosa nostra” en las
actividades.
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