Francia descartó este
miércoles extraditar a los dos pilotos franceses condenados por tráfico
de droga que huyeron de República Dominicana y contra quienes las
autoridades de Santo Domingo prevén emitir una orden de arresto.
"Francia aplicará las reglas del derecho. No extraditamos a ciudadanos ...
franceses que se encuentran en nuestro territorio", declaró
el portavoz del gobierno Stéphane Le Foll a la radio RTL. "No hay que
exagerar, somos un gran país, respetamos el derecho, al conjunto de los
países del mundo, queremos ser respetados", recalcó.
Francia tiene por principio no extraditar a
sus ciudadanos, salvo que reciba la petición de uno de sus socios de la
Unión Europea en el marco de una orden de detención europea.
"Francia defiende en todos los lados el
derecho y sus ciudadanos. En todos los países del mundo está para
aportar apoyo jurídico, psicológico a todos nuestros ciudadanos que
pueden enfrentar dificultades, incluso a la justicia de algunos países",
explicó Le Foll. "Esa regla no va a cambiar por lo que pasó. Francia no
va a modificar en nada esa regla", agregó el ministro.
La justicia dominicana anunció el martes que se dispone a emitir una orden de detención internacional contra los dos pilotos
franceses, lo que les prohibiría salir de Francia para evitar ser
detenidos y extraditados a República Dominicana. "Las autoridades
francesas y Francia no tienen nada que ver con lo que pasó", dijo Le
Foll, refiriéndose a la huida del pasado fin de semana.
Según una fuente próxima al caso, Pascal
Fauret, de 55 años, y Bruno Odos, de 56, huyeron por barco y por avión a
través de la isla francoholandesa de San Martin y por Martinica, un
departamento francés de ultramar. El 14 de agosto, los pilotos fueron
condenados en San Domingo a 20 años de cárcel, al igual que otros dos
franceses, Nicolas Pisapia y Alain Castany, quienes se quedaron en
República Dominicana.
Cuatro dominicanos fueron condenados a entre
cinco y diez años de cárcel. Los dos pilotos se encontraban en libertad
en la espera de su juicio en apelación pero tenían prohibido salir del
país. Los hechos se remontan a la noche del 19 de marzo de 2013, cuando
los cuatro franceses se disponían a despegar del aeropuerto de Punta
Cana rumbo a Francia a bordo de un avión Falcon 50 en el que las autoridades encontraron 680 kilogramos de cocaína repartidos en 26 maletas.
Los cuatro franceses cumplieron 15 meses de
detención provisional y comparecieron libres en su juicio, en el que se
declararon inocentes. Su defensa reclamó su absolución, alegando que no
se podía demostrar que tuvieran conocimiento de que había droga a bordo
del avión.
Los acusados explicaron que "nunca fueron
escuchados por los dominicanos". Se les puso en libertad mientras se
examinaba su apelación pero tenían prohibido salir de República
Dominicana.
El martes, el procurador general de República
Dominicana, Francisco Domínguez Brito, dijo que emitirá una orden de
captura internacional contra los pilotos. "Mantenemos contacto con las
autoridades francesas, no solo a los fines de determinar la forma en que
escaparon del país y sus complicidades, sino además a los fines de que
asuman su responsabilidad en el país, independientemente de otros casos
que puedan generarse en Francia", afirmó.
'Indignante'
Por su parte, el presidente de los diputados
dominicanos, Abel Martínez, calificó este miércoles "indignante" la fuga
del país de dos pilotos franceses condenados a 20 años de prisión por
tráfico de drogas.
Esta acción, dijo Martínez en un comunicado,
"es una burla a las autoridades encargadas de velar por la vigilancia de
los imputados, quienes escaparon del país por la vía marítima, lo que
evidencia que no se les daba seguimiento a pesar de estar condenados".
"Nosotros entendemos que las autoridades dominicanas deben investigar
esta fuga hasta las últimas consecuencias, ya que esta acción
desacredita nuestro sistema de justicia, que no es perfecto pero es con
el que se juzga a dominicanos y extranjeros que han cometido delitos",
indicó.
A la vez, señaló que este tipo de actos
"bochornosos" no deben ocurrir y se preguntó qué pasaría si el caso
hubiera ocurrido en Francia y los procesados por tráfico de drogas
fueran dominicanos. Pascal Jean Fauret y Bruno Odos fueron arrestados
junto a otros dos franceses en el aeropuerto de Punta Cana (este
dominicano) en marzo de 2013 cuando se disponían a despegar con rumbo a
Saint-Tropez (Francia) en un Falcon en el que las autoridades
dominicanas hallaron 700 kilogramos de cocaína, valorados en unos 33
millones de dólares.
Pese a que los pilotos aseguraron desconocer
el contenido de las 26 maletas que transportaban, el Primer Tribunal
colegiado del Distrito Nacional de República Dominicana los declaró
culpables de asociación para cometer el crimen de narcotráfico
internacional y les condenó a 20 años de cárcel.
La condena fue apelada por sus abogados, por
lo que los condenados no entraron a prisión, pero tenían prohibido
abandonar el país. El procurador general de la República Dominicana,
Francisco Domínguez Brito, anunció el martes que el país pedirá su
captura internacional.
Sin embargo, el portavoz del Gobierno francés,
Stéphane Le Foll, señaló este miércoles que su país no extraditará a la
República Dominicana a los dos pilotos, que se encuentran en Francia.
Le Foll explicó que la normativa francesa establece que no se extraditan
a nacionales. En una comparecencia este martes ante la prensa tras
llegar a Francia, Fauret insistió en que el "reflejo" de volver a
casa estuvo motivado por "una justicia que no investiga, que no escucha,
que condena a veinte años por el único motivo de ser francés".
París y Santo Domingo (AFP-EFE)
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