Un hombre apuñaló a seis personas que participaban en el desfile del orgullo gay de Jerusalén.
La marcha del orgullo gay en
Jerusalén se volvió a teñir de sangre con el apuñalamiento este jueves
de seis personas, una en estado crítico, en un ataque perpetrado por el
mismo ultraortodoxo judío que en 2005 hirió a tres participantes en otra
manifestación de esta comunidad.
El ataque ocurrió a mitad del
recorrido de apenas 1,200 metros que une los parques de la Independencia
y de la Campana, en el centro de Jerusalén, y único tramo autorizado
por la Policía ante la sensibilidad que la marcha despierta siempre
entre la población religiosa de la ciudad santa.
El hombre, identificado como Yishai
Shlissel, recientemente había sido liberado de la cárcel tras cumplir
una condena por apuñalar a varias personas en la marcha del orgullo gay
en 2005, dijo la portavoz de la policía local, Luba Samri.
Yishai Shlissel fue captado a punto de sacar el cuchillo entre sus ropas.
Zoe Shoshei, una testigo presencial, declaró a The Guardian
que estaba hablando con una de las víctimas cuando el agresor se acercó
por detrás, empujó a la víctima al suelo y la atacó con lo que
describió como “un cuchillo muy grande”.
"De pronto vimos correr a una o dos
personas desde un lateral de la calle y empezó a apuñalar a la gente,
una tras otra. Fue todo tan rápido, cuestión de segundos, que no pudimos
distinguir de quién se trataba", dijo a Efe Idi Mozes, miembro de la
comunidad y defensora de derechos sociales en el Parlamento israelí
(Kneset).
"Fue como un atentado, todo estaba
lleno de sangre. Es una situación insoportable. Nadie es consciente de
la homofobia que hay en nuestras calles, y no sólo de los ortodoxos,
también de los laicos", agregó.
Mientras lo atacaba, el agresor le
decía “te odio”, señaló la testigo, que describió al atacante como un
hombre de unos 30 o 35 años. Luego corrió entre la multitud y siguió sus
ataques hasta que fue detenido por la policía. Shoshei sostuvo que
todos los heridos son varones.
Yishai Avior, testigo de los hechos, declaró al Canal 2
de TV que escuchó gritos y vio a tres personas heridas en el suelo. “La
gente corría en todas direcciones para ponerse a salvo. El pánico y el
shock eran inmensos”, destacó.
La marcha de Jerusalén, que a
diferencia de la de Tel Aviv pretende ser una protesta contra la
discriminación de la comunidad de gays, lesbianas y transexuales en la
ciudad, estaba custodiada por cientos de agentes de varios cuerpos de la
Policía y por un helicóptero que sobrevolaba la zona.
Pero el vasto despliegue policial
no fue suficiente para impedir la rápida carrera del atacante, que se
había guarecido tras el muro de un pequeño supermercado desde el que
asaltó a sus víctimas en medio de la confusión.
El ataque interrumpió
inmediatamente el ambiente de júbilo en el que transcurría la marcha y
una docena de ambulancias, coches de policía y servicios de emergencia
-entre ellos varias unidades móviles de la ONG ultraortodoxa Zaka-
irrumpieron a gran velocidad entre los miles de participantes para
asistir a los heridos.
Según fuentes médicas, una
adolescente ingresó en el hospital Shaarei Tzedek en estado crítico pero
los médicos consiguieron salvarla, mientras que otras dos personas
sufrieron lesiones severas y tres de carácter leve. Estas últimas han
salido ya del hospital.
Uno de los heridos a punto de ser subido a una ambulancia.
"Esto es muy grave. Es un nuevo
caso de intolerancia que no podemos permitir", se quejó a Efe Samuel
Angel, un neoyorquino de 19 años que vive desde hace tres en Israel y
que marchaba unos pasos por detrás de donde se produjo el ataque.
Entre los participantes se propagó
inmediatamente el silencio y se desató una cadena de quejas contra el
Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por no tomar
medidas para impedir la homofobia.
"Este ataque nos recuerda lo que
todos quieren olvidar: que los homófobos hacen lo que quieren", se
lamentó Yuri Shmilovich, de 32 años, que llegó desde Haifa (norte) y que
sostuvo que "los gays y lesbianas y transexuales deben esconderse todo
el tiempo".
Los medios de comunicación, muy
críticos con la policía, revelaron que Shlissel había publicado una
carta en la que denunciaba la "abominación" que constituía, a su
parecer, la celebración del Orgullo Gay en Jerusalén, sin que las
fuerzas de seguridad tomaran ninguna medida al respecto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario